Por fin llegó la cuenta atrás.
La de no estar de buen
ni de mal humor.
La de no tener mas mañanas
para alientos.
La de cagarse cada día
en ningún dios.
La de no apalear mas lápices
contra el papel.
La de no nombrar los cadáveres
que se agolpan en la boca.
La de podar los laberintos
que terminan en saliva.
La cuenta pendiente
de las almas numeradas.
He llegado hasta tu cero distraida....
¿Por dónde iba?
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