Rindete a tu boca seca,
a las espinas que no ves,
al letargo de la aurora.
Recuerdo dibujos y colores...
resucito infancias.
Observo ,
todo cuanto digo
resta dolor y olor
cuando bordea como entraña.
Dame un reptar
que no sea tierra,
que no domine mi voz
de cuatro paredes.
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